Cuadernos de Vorónezh de Ósip Mandelstam

Es curioso y paradójico que al pensar la forma ideal de gobierno y de sociedad Platón haya echado a los poetas por incurrir frecuentemente en mentiras y que el libro que hoy difundimos pertenezca a un poeta que sacrificó su vida por decir la verdad. Ósip Mandelstan nació en Varsovia, entonces parte del imperio ruso, el 14 de enero de 1891, y falleció el 27 de diciembre de 1938, preso del estalinismo.

Los cuadernos que hoy publica la editorial Blatt y Ríos fueron escritos por Mandelstam entre 1935 y 1937, en Voronezh (frontera entre Rusia y Ucrania), mientras cumplía su condena, y debido a la censura recién fueron publicados en 1988.

Los comentarios a este diario poético hablan de una defensa del arte frente al poder, y resulta cierto. Lo triste es que ese poder haya sido la evolución negativa de otro que había ilusionado y, por qué no, aún hoy ilusiona a quienes buscan sistemas políticos alternativos al capitalismo. Por algún motivo, la historia repitió en la realidad el sueño de la teoría: así como Platón expulsó a los poetas de su Estado ideal, el Estado de Stalin expulsó a Mandelstam. Y, como la realidad es siempre más compleja que la teoría, y, en este caso, peor, la expulsión de Mandelstam terminó significando su muerte. Ha sido y todavía sigue siendo materia de reflexión el lugar de la poesía en la sociedad. Quizás esas investigaciones expliquen los dos hechos que la historia repite en diferentes escenarios. Quizá este poemario arroje luz sobre las notas últimas de nuestra de nuestra forma sensible de vivir el mundo que, ciertamente, debe de ser poética.

El lector, una vez tenga en sus manos este libro, podrá juzgar por sí mismo cuán verdadero y cuán digno es de perdurar en la historia, como nosotros creemos, precisamente por tocar maravillosamente las notas más profundas de la dignidad y de la sensibilidad humanas, a pesar incluso de que formas ideales de poder corrompidas o pérdidas en la misma ambición de poder la ignoren o la ahoguen. El lector juzgará, pero queremos dejarles un poema a modo de adelanto:

Todavía no estás muerto. Todavía no estás solo.
Con tu amiga la mendiga
Gozas de la grandeza de las llanuras,
De la niebla, del frío y de la nevada.

Vive tranquilo y consolado
En la pobreza opulenta, en la miseria poderosa.
Son benditos los días y las noches
Y es inocente la fatiga dulce y sonora.

Infeliz aquel que, como su sombra
Teme el ladrillo y maldice al viento.
Y miserable aquel que, medio muerto,
Pide limosna a su propia sombra.

Reseñó: Martín Marchione

El libro se estará presentando el viernes 1 de marzo a las 18.30 hs en La Libre, Chacabuco 917, San Telmo.

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