Para este mes de febrero elegimos difundir el catálogo de la editorial Ampersand, una de cuyas singularidades consiste en la reflexión acerca de los lugares que ha ocupado el libro en las sociedades a lo largo de las épocas y en la actualidad. El catálogo es rico y es vasto, pero quizás los comentarios a tres de sus libros ilustren esa riqueza:
Escritura e ideología: este texto de Armando Petrucci ofrece un recorrido del lugar que ha ocupado el libro a lo largo de la historia en relación al elemento que probablemente más la determine en su desarrollo: el poder. Así, su reflexión nos sugiere que la apropiación de la escritura ha sido una de las prioridades de los gobiernos, dado que en ella cristalizaban las visiones del mundo que, consciente o inconscientemente, querían inculcar.
Kant en el kiosko (Guido Herzovich): el descubrimiento de la imprenta, ya asentado desde hace algunos siglos, el abaratamiento de sus costos (más reciente), la llamada “irrupción de las masas en la historia”, con sus problemáticas democracias y su muchas veces engañosa participación, dieron lugar a un fenómeno novedoso: la masividad de los consumos del libro. Éste pasó a ocupar un lugar central en la vida anímica popular, como forma de entretenimiento (ocupado luego por la televisión y hoy por las redes sociales), y como forma de conciencia y de participación crítica de la cultura. Las tiradas exorbitantes del Centro de editor de América Latina, hoy escasa o nulamente replicadas, son una buena prueba de ello. Este libro estudia en profundidad este fenómeno y en su mismo título marca el rasgo que lo indica: Kant, el filósofo sólo accesible para las élites intelectuales, pasó a estar en los kioskos, un lugar masivo y popular por excelencia.
La vida invisible: este libro está enmarcado en una hermosa colección en la que participan diversas escritoras y escritores, quienes escriben con el propósito de contar su historia o su biografía como lectores. El que elegimos ahora se llama La vida invisible, de Sylvia Iparraguirre. En el título se cifra su ligazón afectiva e intelectual con los libros y con la lectura: esos objetos y esta actividad le permitieron nombrar la vida que el lenguaje y el trato cotidianos ignoraban, la vida que ese lenguaje y ese trato dejaban en la invisibilidad. Indirectamente, esta colección también nos habla de un nuevo lugar que pasó a ocupar el libro: el de permitirle a sus lectores tener un trato sano y de algún modo consciente con su vida más profunda e íntima, esa vida que suele ser invisible para el lenguaje y la cotidianidad.
Reseñó: Martin Marchione
La Libre 