Poética de la seda; Ángela Pradelli

Creemos que las palabras no son gratuitas, pero no sabemos cuáles son sus últimos efectos o sus últimas consecuencias. Una impresión que nos deja este libro de poemas es que se sabe responsable (no suele suceder) de las suyas. Ello puede deberse a que toda la literatura es una búsqueda y que, al menos intuitivamente, este libro lo sabe. El énfasis en numerosos poemas en la búsqueda de las palabras lo corrobora.

Como Hölderin, Ángela Pradeli sintió íntimamente la presencia de la naturaleza, quizá porque entendió que la orientación de su búsqueda sería errónea sin ella. Pero la naturaleza no es suficiente, y a veces es un instrumento lingüístico para nombrar. Porque la presencia que busca este libro (y que de distintos modos busca todo libro) es la presencia de la realidad.

“Esa concentración de todos los gestos / que nombran a los padres / en el hueco que dejaron sus pisadas, / en el volumen de las horas / y hasta en los granos del viento.”

En efecto, ¿dónde está aquello de donde venimos, aquello que somos? Este poema responde que “en la concentración de todos los gestos que nombran a los padres, en el hueco de sus pisadas, en el volumen de las horas y hasta en los granos del viento”.

Acaso una pregunta esencial que se hace este hermoso libro de poemas es por qué hablamos y por qué escribimos. ¿Qué realidad buscamos cuando hablamos y cuándo escribimos, y dónde se halla esa realidad? Umberto Eco dijo que lo que se escribe sobre un libro, es un polvo que ese libro se sacude de cuando en cuando. Dejemos, pues, hablar al libro mismo: “Y un día el cuerpo rompe las capas / hasta encontrar / la infancia / en la que las tardes eran felices. / Es pura intuición de la memoria / que desarma las trampas, / hasta recuperar / los sustantivos / y los verbos / para que el cuerpo / por fin, se nombre.”

Quiénes somos, de dónde procede lo que somos, por qué hablamos, por qué escribimos; tales preguntas pueden ser los motivos de estos poemas. A veces la respuesta puede ser una actitud resignada frente a la realidad: “En este mar de Liguria, por las noches, / los barcos esperan a cierta distancia del puerto de Génova / su hora para zarpar a la mañana siguiente; / nosotros, aquí, desde las ventanas, / vemos las embarcaciones encendidas / con todos sus colores, / se mecen en medio de la oscuridad. / Entonces las horas tejen y tejen sus hilos / y a nosotros nos toca habitar ciertas tramas.”

Otras, una incerteza: “Los barcos de los pescadores / esperan quietos en el Adriático / pero los peces no cayeron todavía en esas redes / y cuando nos metemos al mar / nadan a nuestro alrededor, / ni ellos ni nosotros tenemos conciencia del final”.

Otras, una pregunta: ¿Y todo esto para qué entonces, / si alcanzaba con el rumor / del viento /  sobre el agua del río / o en las copas más / altas de los álamos / y todo estaba bien así / y eso era para siempre”.

Así, este libro es un recorrido por nuestro ser, en el sentido más filosófico y también más concreto de ese concepto. Dejamos, pues, al lector, esta indagación poética de la vida, compuesta de poemas-preguntas y de poemas-respuestas.

Editado por Ediciones del dock

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