Escritoras mexicanas

Ciclo de lectura

En un intento por revalorizar otras voces dentro del ámbito literario y desde una perspectiva de lectura no masculinizante, Mariana Brito propone este ciclo de lecturas de autoras mexicanas. De marzo a diciembre, los segundos martes de cada mes.

«Dentro del canon literario mexicano estamos acostumbradxs a escuchar nombres representativos, tales como Juan Rulfo, Carlos Fuentes u Octavio Paz, sin embargo, en la literatura escrita en México encontramos otras manifestaciones literarias, como las producidas por mujeres, muchas de las cuales han sido relegadas por su condición de género y por los temas abordados en sus obras, considerados como “menores”, “domésticos” o demasiado “intimistas” o “personales”. Con este ciclo buscamos recuperar estas otras voces de la literatura mexicana del siglo XX, difundir la obra de escritoras actuales, así como expandir su horizonte de lectura a otros territorios».  

Programa:

Marzo: Nellie Campobello, Cartucho. Relatos de la lucha en el Norte de México.

La Revolución mexicana vista desde la casa

Una de las obras más fenomenales y menos conocidas dentro la narrativa de la Revolución. La primera edición de Cartucho salió a la luz en 1931. Una niña es la protagonista y narradora de esta saga de relatos ambientados en el norte de México. Su infancia transcurre entre juegos con muñecas y balaceras a las afueras de su casa. Ve morir uno a uno los revolucionarios, desechables como cartuchos. 

Abril: Laura Esquivel, Como agua para chocolate.

Un amor imposible en medio de las imposiciones sociales hacia la hija menor de una familia en el norte de México. La historia de Tita, ambientada en la época de la revolución, es contada a partir de recetas de comida. La gastronomía deja de ser un simple saber culinario, porque está relacionada con las costumbres, los sentires, las vidas de la gente. Cosas mágicas pasan cuando comemos codornices en pétalos de rosas o mole de guajolote con almendra y ajonjolí. Las recetas de comida como eje narrativo, la historia de una familia de mujeres, el relato de un amor. Todo esto encontramos en la novela de Laura Esquivel. 

El espacio doméstico: terror y locura

Mayo: Rosario Castellanos, Álbum de familia y selección de ensayos de Mujer que sabe latín.

Junio: Amparo Dávila, selección de Cuentos reunidos

Amas de casa, “solteronas”, recién casadas. Estas autoras narran las historias comunes de mujeres comunes que habitan los espacios domésticos. Las veremos en su habitar cotidiano, pero sus vidas no serán narradas desde la servilidad y la impasibilidad, pues no serán nunca vidas “normales”: algunas mujeres reflexionan sobre si el matrimonio era lo que realmente esperaban, mientras cocinan un trozo de carne para su esposo; otras se mueven solas dentro de sus casas, acechadas por un ser del cual no llegamos a saber mucho y al que tienen que enfrentar por cuenta propia; a otras la cocina se les vuelve un espacio tétrico donde ocurren cosas terribles. Si usualmente se ha recurrido al tópico de la “loca” o “histérica” para descalificar a las mujeres, estas narradoras retoman ese lugar común para transportarlo a un género cercano al terror: los espacios domésticos, tan usualmente tranquilos, en estas narraciones se transforman en lugares donde puede suceder lo anormal, lo inexplicable y donde la locura acecha constantemente a las personajes. 

El proceso de escritura: el libro que nunca termina

Julio: Josefina Vicens, El libro vacío.  

El personaje principal del libro, José García, un hombre de cincuenta y seis años, oficinista y contador, se dedica a escribir por las noches. Tiene dos cuadernos: uno en el que consigna pensamientos sueltos, ideas, notas, con la finalidad (o la esperanza) de que, al pasarlos al otro cuaderno, esas opiniones diversas se encaucen en un hilo narrativo que conforme una gran novela. El libro vacío de Josefina Vicens es una novela sobre la imposibilidad de la escritura pero, al mismo tiempo, de la imperiosa necesidad de llevarla a cabo.

Los huracanes, la violencia, el dolor

Agosto: Fernanda Melchor, Temporada de huracanes.

Un pueblo en ruinas atravesado por la violencia, el hallazgo del cadáver de la Bruja, una mujer que heredó de su madre ese oficio. Un grupo de niños encuentra el cuerpo y de ahí en adelante se narra el intento por esclarecer los hechos, desde las distintas perspectivas de los personajes. Temporada de huracanes es una novela que golpea fuerte por su contundencia, por la claridad y limpidez de su prosa, por su crudeza… 

Septiembre: Brenda Navarro, Casas vacías.

La desaparición de un hijo, ¿cómo narrarla? Un libro atravesado por el dolor de la pérdida y por una reflexión profunda y compleja en torno a la maternidad. 

Las familias, los territorios

Octubre: Elena Poniatowska, La flor de lis.

Mariana es parte de una familia que, durante la Segunda Guerra Mundial, emigra de Francia a México. Esta es la historia de su familia, de una época álgida para el mundo, pero, sobre todo, de cómo ella y su hermana viven el turbulento proceso de integración hacia un país que dista de su tierra de origen.

Noviembre: Margo Glantz, Las genealogías.

La historia de una familia ucraniana de origen judío que emigra a la Ciudad de México. Otro país, otras costumbres, otra lengua. Pasan tres generaciones hasta que Margo Glantz, en una obra de tinte autobiográfico, reconstruye la historia de su familia. “Todos, seamos nobles o no, tenemos nuestras genealogías”, afirma la autora al comienzo de su libro. 

Diciembre: Valeria Luiselli, Desierto sonoro.

Un viaje de Nueva York a Arizona. Un matrimonio de documentalistas que recorren distintos territorios con sus hijos sentados en la parte trasera del auto. Él investiga sobre las comunidades apaches y ella sobre lxs niñxs migrantes que son detenidos en la frontera sur de los Estados Unidos. Ambos van relatando las historias de sus investigaciones y sus hijos, que escuchan estas historias, se apropian de ellas, las sintetizan como si fueran una sola y se correspondiera con el relato de su propia vida. Esta es una novela de desplazamientos en todos los sentidos: tanto del tránsito por territorios desérticos como del rumbo de la historia de una familia. 

Coordina:

Mariana Brito Olvera (Ciudad de México). Escritora. Licenciada en Letras Hispánicas por la UNAM. Formó parte de la Fundación para las Letras Mexicanas durante el periodo 2014-2015. Ha publicado en revistas literarias como Marabunta (Mx) y Sonámbula (Arg). Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Mx) en el área de ensayo creativo durante el periodo 2018-2019. Actualmente vive en Buenos Aires. 

Ig: @britolvera  

Blog: https://marianabritolvera.wordpress.com/  

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Días: segundo martes de cada mes

Horario: 19:00 a 20:30

Inversión: $300 por encuentro

Inscripciones: marianabritolvera@gmail.com

2 respuestas a «Escritoras mexicanas»

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