Cuarentenario con Carolina Balderrama

Hoy: Carolina Balderrama, lesbiana, santiagueña, comunicadora, periodista, docente, obrera de la poesía.  

¿Qué estás leyendo y qué tienes en tu lista de lecturas?

Estoy leyendo Micropolítica, cartografías del deseo de Guattari – Rolnik y tengo en lista y voy intercalando otros,  Dora Barrancos, Devenir Feminista. Una trayectoria político – intelectual; Redes afectivas y revoluciones de Brigitte Vasallo; Una poética feminista disidente y La intimidad del procedimiento de Valeria flores; Los diarios del cáncer de Audre Lorde y En el crepúsculo del brillo, la teoría como justicia erótica de Gayle Rubin. 

¿Estás escribiendo? ¿De manera ordenada? ¿Caótica? ¿A través de ejercicios de escritura?

Escribo con bastante dificultad, de manera desordenada, intermitente, en distintos soportes, en la computadora, en el celular, en los mismos libros que leo, en libretas, en papelitos. Intenté una escritura diaria motivada por un campeonato de escritura que surgió en tw pero abandoné. Son tiempos en los que el eje ordenador de ¨salir a trabajar¨ esta disuelto en el continuum doméstico y lo cierto es que no logré matar al ángel del hogar como sugiere Virginia Wolf. 

¿En qué proyectos inconclusos o por arrancar estas aprovechando tu tiempo en estos momentos?

Durante las primeras semanas tenía hasta listado de tareas, fui despojándome poco a poco de esas auto exigencias, fue decantando y he tratado de reducir al mínimo las expectativas sobre mi productividad. Soy docente así que he comenzado la rutina semanal de dar clases solo que en este contexto son virtuales. Eso me ha demandado a mí, y a lxs estudientxs un inicio diferente. Estaba en proceso de escritura del proyecto de tesis de una maestría que he terminado hace muchos años y que abandoné también. Me di cuenta que hay cosas que pueden quedar en este (no) tiempo. En este presente perpetuo en el que buscamos algo en que creer, una resistencia e insistencia, una isla a la cual llegar. 

¿Qué sientes que hace el feminismo o el transfeminismo en éste momento por vos, por todes?

Desde hace tiempo que los feminismos, transfeminismos son incomodidades, tensiones y desvíos que interpelan, pero hay otros puntos de vista, otras existencias que faltan y son las de nuestras existencias lesbianas. Salvo en circuitos activistas y no son mayoritarios, no hay visibilidad de todo lo que el lesbianismo como critica al sistema heterosexual y binario ha aportado, aporta y permite pensar otras maneras de habitar este mundo. Me pregunto bastante esto, sobre todo en estos contextos de aislamientos en donde quedan veladas distintas situaciones. Es claro que en los medios de comunicación masivos, en los discursos y en los textos que se eligen en las academias, en las instituciones y las funciones públicas, en los consumos culturales, en las políticas públicas, no estamos las lesbianas. De alguna manera los feminismos tienen presencia, sobre todo un feminismo super mujeril y hetero, ese sí es mainstream, y saca libros y tiene programas de televisión y se masifica y tiene buenos trabajos y cae bien. ¿Cuantas lesbianas son publicadas, cuántos libros de lesbianas se venden, se leen? Dudo que sean los más conocidos, vendidos o los más publicados. No se pueden sostener estas voluntades de ignorar, estas cegueras, porque se hacen carne y nos habitan cuerpo propio e intentas -con cierta eficacia- disciplinarnos. Por eso me gusta la pregunta sobre lo de [sentir], eso mismo es una experiencia a desmontar. Devenir en otrxs sentires, más gozosos, desconocidos, deshabitados y para los cuales la mayor parte de las veces no tenemos palabra/lenguaje. 

Trata de poner en palabras que gestualidades y sensaciones te ha generado y te está generando lo que va de esta cuarentena…

Creo que no puedo pensar en originalidades: es angustia, sin sentido, miedo, sueños; ganas de estar acostada en la cama, en el sillón; enojo, ansiedad, hambre, tristeza, llanto, desconfianza, encierro. Pero hay algo que sí es novedoso, el desbordante paso al silencio y a estar habitada por pensamientos, todos ellos o muchos de ellos tramitados en la propia cabeza, en el interior del interior propio. Otra sensación que he notado es el incipiente registro de los pies, de las manos, de tobillos, espalda, dorsales, creo que hay una demanda de movimiento que se hace oír, un cuerpo que grita como puede. 

¿Qué pensas de la relación que tiene el escribir o leer, generalmente encerrade o en soledad, y la cuarentena?

He vivido muchos años sin margen para salir de una grilla de horarios, tanto laborales, como militantes y de crianza de una hija que hoy tiene 19 años y con la cual estamos pasando la cuarentena. En una época de mucha precarización e inestabilidad en todo sentido, llegué a tener cinco trabajos y nunca logré escribir largo por gusto, sí por encargo laboral. Hace casi dos años cuando fueron los despidos masivos en la Agencia de Noticias Télam y yo fui una de las despedidas, pensé que esa reclusión obligatoria iba a funcionar para retomar proyectos y aprovechar la soledad y el encierro, funciono para leer mucho y escribir poesía. Para escribir hay que habilitarse a unx mismx, no creo que este contexto en sí mismo provoque universos de escrituras sin tener ese ejercicio. Y veo que muchas personas que conozco o leo en redes encuentran muchas dificultades para concentrarse y leer. Desconozco si en esta cuarentena dejaremos crueldades propias, por lo pronto, en contemplación y escucha atenta estoy.

¿Por qué es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo?

No lo sé, no tengo idea, en esos momentos solo observo, no puedo hacer nada más que eso. 

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