Cómo perder el miedo (y volver a encontrarlo)
La poesía es una herramienta más para entender el mundo y siempre la podemos utilizar a nuestro favor, incluso aunque no necesariamente queramos dedicarnos a ser escritores. La idea principal de este taller es aprovechar la sinergia que se forme en cada grupo para fortalecer la voz propia y ampliar nuestros horizontes.
A partir de consignas de escritura como disparadores y lecturas de otros autores y autoras, el taller propone un espacio de trabajo, aprendizaje horizontal e intercambio. Cada participante tendrá lugar para mostrar sus producciones y recibir devoluciones tanto del tallerista, como de sus compañeros, enriqueciendo sus escritos gracias a la multiplicidad de lecturas.
Los grupos serán reducidos para poder trabajar en profundidad aspectos de los poemas, analizar textos, facilitar el intercambio de opiniones y el conocimiento interpersonal. De esa manera, es más fácil reconocer y trabajar la voz literaria de cada uno. Además, quien se encuentre pensando en armar un libro, también vamos a recorrer ese camino para poder verlo en conjunto.
Programa:
+ Escritura:
– Ser poeta es ser escritor: la poesía es un campo minado de lugares comunes. ¿Cómo reconocerlos y evitarlos lo mejor posible? Abandonar las visiones idílicas relacionadas a la poesía y verla como una práctica cotidiana.
– Trabajar el poema como un objeto: tomar distancia de nuestra propia experiencia y escritura para analizar los poemas como objetos casi ajenos, a los cuales se les puede dar una mejor forma que la original.
– Reconocer la voz propia: identificar nuestras influencias y nuestras particularidades a la hora de escribir. Flexibilizarlas y fortalecerlas es parte de un mismo paso.
– Moldear la sentimentalidad y la autobiografía en un poema: aprender a tomar distancia del “Yo” una vez escrito un poema y, tal como hicimos referencia anteriormente, verlo como un objeto casi ajeno. Así, se puede apreciar de qué manera cada poema lograría su máximo potencial para llegar a un lector y no quedar en el terreno del diario íntimo.
– ¡Socorro, quiero armar un libro!: la idea de armar un libro puede motivarnos y, al mismo tiempo, paralizarnos. La clave es reconocer cuál es nuestra búsqueda, qué es lo que queremos que el libro transmita y qué es lo que une a los distintos textos que lo integran.
– Ejercicios de escritura para tomar ritmo: tanto para quienes ya tienen el hábito de escribir, como para quienes aún no se sienten del todo confiados, existen ejercicios de escritura que sirven para entrar en calor, perder el miedo y, sobre todo, volver a recuperarlo para que la literatura siga siendo apasionante.
+ Lectura:
– Leer es el primer paso para escribir: leer es quizás el mejor entrenamiento y potenciador de nuestra escritura. Además, no hay nada más motivador que un texto que nos guste para intentar escribir algo que quizás se le acerque alguna vez.
– Conocer a los contemporáneos: ¿qué escriben los de mi generación? ¿Existen patrones en común? Leer tanto a quienes alcanzaron cierto “renombre” como a quienes aún no, ayuda a mantener una idea ágil y actualizada de la literatura. Así, no nos dejamos seducir por esa frase tan repetida: todo tiempo pasado fue mejor.
– Ecos poéticos: ¿cómo se puede leer a las generaciones pasadas? Reconocer las influencias en los autores contemporáneos, bucear entre lo que se puede pensar como antiguo o pasado “de moda”. Ampliar nuestra biblioteca de lecturas es, en definitiva, aumentar nuestros recursos para la escritura y la vida.
– Cómo aprovechar incluso aquellos autores que no me gustan: hablar de autores y estilos que nos generen algún tipo de rechazo para ver cómo opera eso en mi propia búsqueda personal a la hora de encarar un poema.
– Trabajar el poema ajeno es trabajar mi propia escritura: a la hora de los comentarios sobre los trabajos ajenos, estar atento a cómo todo lo que se dice puede funcionar en mis poemas. El estado de disponibilidad (Fabián Casas) es clave a la hora de trabajar.
– Encontrar la poesía dentro de otros géneros literarios: la narrativa, los ensayos, las conversaciones orales, los chats privados; en todos lados es posible encontrar poesía o disparadores que nos ayuden a escribir, nos sirvan de puntapié inicial o despierten una nueva visión sobre lo que nos rodea.
Coordina:
Gustavo Yuste nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Es Lic. en Ciencias de la Comunicación (UBA), periodista y escritor. Colaboró para distintos medios como Revista Noticias, Perfil y es cofundador de La Primera Piedra.
Publicó los libros de poesía Obsolescencia programada (Eloísa Cartonera, 2015), Tendido eléctrico (Objeto editorial, 2016), Las canciones de los boliches (Santos Locos, 2017) y Lo que uso y no recomiendo (Modesto Rimba, 2018). En 2019 publicó su primera novela Personas que lloran en sus cumpleaños (Paisanita).
En 2015 fue uno de los autores elegidos en la IV edición de “TwitteRelatos por la Identidad” organizado por Abuelas de Plaza de Mayo. También participó como jurado de la antología de poesía Apología 3 (Letras del Sur, 2016) y en 2017 fue seleccionado en la Bienal Arte Joven Buenos Aires dentro de la categoría Escritores. Realizó talleres con Fabián Casas, Pedro Mairal y Alejandro Crotto.
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– Encuentros: 2 horas semanales
– Duración: Marzo a Diciembre (inclusive), con posibilidad de lectura de cierre.
– Precio: $1600 por mes
– Horario: martes de 19 a 21 hs

Hola Gustavo. Quisiera saber si el taller es virtual, porque yo vivo en El Bolsón provincia de Río Negro. Y si es virtual quisiera saber el valor en pesos. Gracias